Estos del noticiero se están pasando. No hacen más que mostrar sangre y violencia, como si no hubiera noticias lindas que pasar. ¡Ay, que asco, cómo quedó ese pobre viejo!, piensa Susana, mientras se zampa el bonobón nº7.
Y que raro que Tito no haya llamado todavía. Prometió hacerlo en cuanto llegara a San Rafael. Bueno, pobre, capaz que se le complicó, estos seminarios matemáticos siempre son un kilombo, capaz no tuvo tiempo.
* "Adelante móvil 4 en el lugar de los hechos..."
- Aquí Florencia Uñates, reportando desde Agüero y Arenales, esquina que, en pocas horas se ha convertido en la más lúgubre de las calles de Londres en épocas de Jack, el destripador. El barrio no sale de su asombro...
(Toma 1. Fiambre 1: Sexo: femenino. Edad aprox: 75 años. Camilla, cuerpo tapado, sábana ensangrentada. Ambulancia que se lo lleva)
- Estamos aquí con vecinos de este edificio de departamento. Por favor, señora, colóquese el auricular que le van a hablar desde estudios.
- Sí, me escucha, señora?
- Eh... hola, hola...
- Digame su nombre, por favor
- Eh... no se escucha nada...
- Jorge, esperá que cambiamos el auricular... Ahora sí, la señora Clarita Katz va a contar lo que vió
- Eh.. hola... hola... eh... no, como ver no vi nada, pero yo era muy amiga de Josefa, pobre, tan buena, una alma de dios, vea...
- Disculpá Jorge, pero la señora no puede continuar con su relato, ahora mismo la están atendiendo los paramédicos. Está situación es demencial. Jamás se había visto crímenes cometidos con tanta saña...
(Toma 2. Clarita Katz atendida por los paramédicos. La colocan en una camilla. Ambulancia que se va)
- Esto es increíble, Jorge. Tenemos pocos datos certeros. El nerviosismo es general. Los vecinos piden justicia y están organizando un corte de calle para que se esclarezcan los crímenes. Todo se sale de control.
(Toma 3. Fiambre 2: Sexo Masculino. Edad Aproximada: 35 años. Camilla, cuerpo tapado, sábana ensangrentada, brazo caído de costado. Primer plano del mismo.)
- Vamos a estudios centrales.
“Mientras esperamos novedades del crímen múltiple de la calle Agüero, hablaremos con el Subsecretario de Seguridad y bienes raices de la ciudad de Buenos Aires, el Dr. Kabul Sulaisman..."
- Buenas tardes, dr. ¿qué opina usted de este suceso macabro? ¿Cree que hay manera de ponerle coto a este clima de violencia que se agudiza día a día? ¿qué opina de la pena de muerte? ¿Hasta cuando la violencia en el fútbol? ¿A que equipo pertenece, dr.?
- Gallina. Soy gallina y a mucha honra!
- Lo felicito por los exitos
- Muchas gracias.
"Pasamos a comerciales y en un momento más detalles de La masacre de Barrio Norte”"
Bueh... voy a aprovechar para buscar alguna cosita que picotear. Que bueno que hoy los pibes salen un rato más tarde. Que raro que Tito no llame. ¿Le habrá pasado algo? Nah, que le va a pasar a ése... yerba mala.
Que cosa este asesino. Hay que estar mal de la cabeza... Agüero y Arenales. Es cerca. ¿Y si voy a ver que pasa? Capaz salgo en la tele y todo. Sí, me visto y me voy para allá, total... el loco no va a andar suelto por ahí, y, de última, entre la gente estoy más segura que acá.
(Toma 4. Vecinos cortando la calle Agüero, con pancartas y cacerolas)
"Adelante móvil con noticias de últimos momento."
- Aquí Florencia Uñates reportando desde la esquina de Agüero y Arenales. Los últimos datos recibidos hablan de cuatro cadáveres más, pero aún no está confirmado. También trascendió la noticia de que una de las víctimas sería hija de un conocido empresario de la industria del alambique cromado.
Estamos esperando la salida del Comisario Petrazca, quien está a cargo de la investigación para que nos suministre detalles de este macabro hecho.
- Perfecto Florencia, mientras esperamos por más novedades, está aquí con nosotros Cleo Zimmerman, la modelo top del momento.
- Bienvenida, Cleo. Estás más hermosa que nunca...¿qué opinión te merece la falta de seguridad en las calles?
- Tipo que un horror, ¿no? Sho soy muy sensible y esto de la guerra me hace re-mal. ¿viste? Tipo que el gobierno tendría que ponerse media pila ¿no?
- Sí, es una gran verdad eso que decís. Ahora comentanos tus proyectos futuros. Tenemos entendido que firmaste un contrato multimillonario con Se L’acomme en París...
- Sí, tipo que es re-fuerte, ¿no?, porque además tipo que...
- Disculpanos un momento Cleo, nos llaman desde el móvil.
- Aquí Florencia Uñates, Jorge. Esta saliendo en estos momentos otra camilla
(toma 5: Fiambre 3. Sexo masculino. Edad aprox: 75 años. Cuerpo en bolsa plástica con cierre al tono. Ambulancia que se lo lleva. Primer plano de vecina llorando sobre el cadáver y camillero empujándola para que lo deje subir la camilla a la ambulancia)
- ¡No hay respeto! Miren como nos tratan a los viejos.
- ¿Su nombre, señor?
- Pascual Larralde, para servirle a usted.
- ¿Tiene alguna declaración que hacer?
- No, yo soy de Balvanera, pasaba por acá nomás... ando buscando un decodificador para ver el futbol y me dijeron que en este edificio los venden truchos.
- Jorge, en este momento está saliendo el Comisario Petrazca, vamos a intentar acercarnos a él. Tarea difícil ya que está rodeado de periodistas, agentes y gentes.
- Comisario, comisario! Una pregunta sóla. Comisario!
- No puedo hablar por el secreto de sumario.
- ¿Es cierto que son seis las víctimas y que una se trata de Amelia Rosa Pacheco de Melo?
- Negativo.
- ¿Tienen alguna pista acerca del paradero del asesino?
- Afirmativo
- ¿Conocen ya su identidad? ¿Qué relación hay entre estos crímenes y los del loco del llavero?
- No puedo hacer declaraciones, sepan disculpar.
(Toma 6: Fiambre 4. Sexo femenino. Edad aproximada:30 años. Cuerpo tapado con sábana ensangrentada, cabellera rubia ¿o pelirroja? Cayendo hacia un lado)
(Toma 7: Comisario y séquito partiendo a toda velocidad en el móvil policial)
¤Comerciales.¤ *
Uf, que kilombo de gente. No voy a poder ver nada. Bueno, ya que estoy por acá compro facturas...
- Hola, busco a Alejandra Mazzitello. Tengo una información importante para ella. Dijo el Piti.
- Me parece que pasaste un poco temprano flaco, tomateláS, son las 6 de la matina!! no rompas las pelotas!
- Creemos que está en peligro su vida.
* Epa... mierda. ¿Quiénes serán estos pelotudos? ¿qué carajo saben? La puta que los parió a todos. Voy a tener que abrirles y ver que onda...*
- Bancá que bajo y te abro.
Rápidamente Gonzalo cargó el cuerpo del vecino y lo metió en la habitación de al lado donde Ale tenía la compu y sus boludeces. Después la desató a ella y la llevó al mismo lugar. Igualmente se dió cuenta que no iba a poder ordenar todo, porque era un quilombo, y la sangre de la alfombra era imposible de limpiar ahora. Iba a tener que liquidarlos a todos antes de que lleguen al departamento.
Gonzalo bajó y abrió la puerta de entrada al edificio. Frente a la misma había un chabón de aspecto fumado y sospechosa higiene. Los otros dos que había visto bajar estaban haciendose los pelotudos en la vereda. No pintaba que quisieran pasar ellos también. Pero a uno lo reconoció, el forro del profesor. No lo vió y cerró la puerta rápido. El tipejo se presentó como "Juanse", ofreciendo una mano derecha bastante dura.
- Hola, soy Felipe, un amigo de Ale, me vine porque se siente mal pobre, está descansando. Che, sabés que me parece como que te tengo de algún lado a vos - Dijo Gonzalo
- Imposible. Es la primera vez que nos vemos - Respondió Juanse - Podemos subir? tenemos que hablar un par de cosas con Alejandra.
- Si subamos. Pero Ale no te va a poder atender. Está muy mal, y por fin se durmió. Pero subamos igual.
Subieron al ascensor y Gonzalo tocó el 9no botón.
- Disculpá. No vamos al 10mo?
- Si si, toqué ese.
- No, tocaste el 9no.
- No, toqué el 10mo.
- No, tocaste el 9no.
- No, toqué el 10mo...
* A la mierda, éste chabón ya rompe mucho las pelotas. Querías hablar con Ale? vas a hablar con Ale maraca...*
Tenía la Victorinox de 30 boludeces abierta en la hoja más grande, que había debutado minutos atrás, en el bolsillo de la campera, junto con una mano que disimulaba su próximo movimiento. En una maniobra que le recordó mucho al "Tiger uppercut" de Sagat del "Street Fighter - World Champion", Gonzalo sacó el cortaplumas y se lo clavó bajo la pera, atravesando la lengua y paladar. La sangre no se hizo esperar y bañó la mano y el brazo de Gonzalo, para descansar luego en el piso del ascensor, que ahora se detenía en el 9no piso.
Juanse pataleó un poco, pero poco es lo que se puede hacer con una navaja clavada en el marote. Finalmente sus piernas se vencieron y quedo ridículamente apoyado, sostenido por las paredes del ascensor.
Gonzalo apretó el 10 botón.
Al llegar al piso, salió del ascensor arrastrando a Juanse. El camino intermitente que sangre que dejaba el cuerpo al pasar por el pasillo le hacía imaginarse una ruta, una autopista al infierno... pensó que sería buenísimo escuchar ese tema. Entró al depto y sumó un nuevo cuerpo a la pila que se formaba en la habitación contigua al living. Después pasó por el AIWA (que increíblemente tenía su compactera funcionando) y puso AC-DC a los chapazos. Definitivamente: "After Christ - Devil Comes".
Saliá del depto para ir a buscar a los otros dos giles, se iba a sacar las ganas de liquidarlo al profesor, cuando sintió pasos por el pasillo. Se dió vuelta: Una vieja despeinada y en camisón, ostentando un palo de amasar... una cuadro tristísimo. Al verlo a Gonzalo, con el brazo aún semi-mojado en sangre, la vecina se asustó demasiado pegó un chillido terrible y volteó para irse a su departamento, de donde nunca debería haber salido, ni ella ni el marido.
Gonzalo la corrió y lógicamente la alcanzó antes de que ella llegara a entrar a la puerta con el cartelito "E". La tomó de la cabeza, giro. CRAC. desplome.
Siempre se había preguntado si sería tan fácil para él como lo era para Steven Seagal... definitivamente lo era.
Arrastrar a la vieja hasta la montaña de fiambres, rápido. Antes que algún otro vecino al pedo se vaya a fijar que pasaba con tantos gritos.
Bajó de nuevo para buscar al siguiente, y al llegar solo vió a uno. Al otro, al que no era el profesor...apoyado en el árbol, mirando hacia la calle, fumando algo. Abrió la puerta de calle y se asomó. Fue ahí cuando sintió un golpe, uno solo, certero, metálico, en la nuca. Al piso.
Y no mas recuerdos.
Hasta el momento en que abrió los ojos, y se encontró con un panorama completamente distinto e inesperado.
El profesor tocó el timbre del 10mo. "B" mientras sus amigos se acercaban a la puerta del edificio.
- ¿'Tas seguro que esta mina nos puede llevar al hijo de puta? - preguntó Juanse.
- Eso es lo que me dijo el forro del detective privado que contraté. - contestó el profesor.
- Al final no tenemos nada sobre seguro... mirá si la tipa no tiene nada que ver con el Gonzalo ese y la asustamos al pedo... - dijo Piti.
- Mirá, esto es de lo poco que tengo, así que es esto o nada. Me la voy a jugar, total de última por asustar a una minita no me van a dar cadena perpetua, supongo.
clack.
- ¿¡QUIÉN ES!? - era la voz de un tipo enojado a través del portero eléctrico.
El primitivo desván quedó revestido por dentro con la tercera y última capa de Gomaespuma Artex, convirtiéndose así en una suerte de sala hipoacústica del horror. Las lonas de látex, cuidadosamente esparcidas sobre el suelo, protegían el piso de madera de cualquier evidencia acuosa u orgánica que pudiese quedar impregnada en él. Misma efectividad sugerían los guantes de tal compuesto y el pilotín de plástico amarillo con la inscripción Walt Disney World 1987.
El clásico robusto sillón de peluquería en el epicentro de la habitación, con doble remache al piso y palanca reclinadora al costado, presuponían el escenario central de una estrambótica y excesivamente planificada puesta en escena del espanto. La lámpara alcalina de 300 watts, usualmente utilizada para iluminar estadios, ratificaba una función muy distinta junto al susodicho sillón, entre cuyas bondades podría inferirse la lenta y sistemática perforación de párpados o la inducción de un calor corporal antinatural para cualquier ser humano.
Las innumerables cajas de chocolate barato sobre la muñida mesita de plástico no pretendían premiar ni deleitar a nadie. Su razón de ser giraba en torno a la perita localización de caries y a un paciente proceso de corrosión sobre la dentición, capaz de proferir una agonía casi inconcebida en la sociedad moderna. Los envoltorios de papel metalizado también jugaban un papel importante en este tormento, esperando impacientes a ser introducidos en forma cónica dentro de los cráteres de todas y cada una de las piezas dentales. La pinza de mano Thompson auguraba el último paso de este proceso.
Las agujas eran multidisciplinarias. Proponían agravios cutáneos en las zonas más privadas, cataratas de dolor al ser introducidas con precisión quirúrgica dentro de indefensas articulaciones, vahídos espontáneos al juguetear con tímpanos y córneas.
El soplete, aunque no sutil, ofrecía a las claras una efectividad sin precedentes. Los clavos parecían demandar a gritos cualquier destino óseo. El martillo tenía la palabra “extremidades” implícitamente escrita por todos lados. La vieja morsa negra de herrero, recostada sobre las lonas de látex, garantizaba una artera e insoportable presión sobre manos y pies de hasta 525 kgs.
El potro, junto a la pared con la ya no visible ventana tapiada, profería de antemano los chillidos favoritos del siglo XVI. Los sonidos de cartílagos, tendones y músculos explotando por la tensión, entre una bruma espesa de sufrimiento supraterrenal.
Un robusto potrillo alzado, encerrado en una jaula de 3 x 3 en la esquina de frente al sillón, daba una nota entre pecaminosa, barroca y grotesca. Sus heces también pretendían tomar parte en escatológicos denuestos bucales.
El manual de primeros auxilios junto a un improvisado arsenal de insumos hospitalarios, dejaban entrever la intención de interminables semanas de supervivencia. De interminables semanas de justicia divina.
Solo faltaba encontrar al protagonista: el responsable de la muerte de su madre. Y si podía corrobar aquella información que le había llegado por rumores ... ya tenía una idea de quien podría ser y donde podría encontrarlo.
*ahhhhhh!!!!uuuuuffffffff!!
acabé
acabé en ella
acabé en su culo, su hermoso culo
acabé
tanto acabar y casi acabo con ella también...
Reconozco que un momento más dentro de ella y perdía el control totalmente... Pasa que ese culo de ella siempre me volvió loco. Desde que nos conocimos, siempre quise probarlo...mirá que esperé y esperé, le dí mil vueltas al asunto, trate de convencerla de mil formas, pero no...ella se empeñaba en negarme ese culito divino... Cuando lo conocí, y la conocí siempre venía enfundado en unos jeans ajustaditos que me hacían poner muy nervioso, me acuerdo que después de acompañarla hasta la casa en las primeras citas, volvía con la verga a full todo el viaje en el colectivo, tenía que apretar las piernas para que no se notara mucho la carpa. Cada bache era una tortura...ahh que dolor de huevos que me comí esas semanas... por diós!
Está bien, después tanto dolor de huevos tuvieron su recompensa ...Me la garché por todos los güines... Por todos lados menos por ahí... menos por donde YO más deseaba.
Y ella lo sabía... y le calentaba verme así... *
Sale de la pieza, con dirección al baño. Planeaba tomarse una buena ducha para quitarse el fuerte olor que traía encima.
transpiración, adrenalina, sangre, mierda...
Mira de reojo al pasar por el espejo y se detiene por un momento...
El anagrama escrito con delineador continúaba allí...
Quiso una vez más buscar aquel mensaje revelador, pero no había encendido la luz, y unas gotas de sudor mecánico caían entre sus cejas nublándole la vista.
Estira el brazo para alcanzar el switch y lo acciona.
El tubo fluorescente parpadeaba destellos en secuencias no muy ordenadas.
Se acercó al espejo para no forzar la vista
sintió un quejido débil que provenía de la habitación
Alzó la vista a través del vidrio, pero todo parecía en calma...
* todavía duerme *
La pieza, vista desde ese ángulo especular se le antojó diferente, si bien todo se veía tal cual estaba 30 segundos antes, Alejandra, de espaldas al reflejo parecía más... no sabía como definirlo, era como más...
abrumado, decidió pasar por alto esa sensación y se metió rápido en la ducha.
*Puta, pero que pelotuda que es!... se hubiera dejado antes y no tendría que haberla lastimado tanto... ni siquiera la hubiese atado con el hilo sisal....que bestia!... Pasa que ese culito es lo único que me para la pijaaaaaahhhbrrrr...*
Abre el grifo del agua caliente. la lluvia, al principio fría, lo sacó del ensueño en el que se encontraba.
*...pero bueno, lo hecho, hecho está...las cagadas ya me las mandé, y ahora solo quiero arreglar las cosas...
Tengo que ver como remonto esta situación de mierda en la que me metí, de que color me pinto cuando Ale vuelva en sí?
Tendría que prepararme bien, no puedo dejar esto librado al azar... tengo que tener algo ensayado para decir, pero ¿como cornos empiezo?... bueno, tranquilo, Gon... poco a vamos recuperando la calma!... ya me siento mejor, puedo pensar con más claridad las cosas, soy un tipo nuevo... soy felíz...tan felíz que si salgo bien parado de esta... no sé, hasta podría casarme con Ale... y sí...quien te dice??... Quizas de ahora en adelante las cosas empiecen a ser mejores para los dos.
A pesar de ser medio pelotudita, en el fondo es una mina divina, y ya a esta altura me importa todo tan poco...*
Cierra el grifo
corre la cortina y busca a tientas el toallón verde
mientras se frota la cara, repasa abstraído las situaciones que probablemente se presentarían cuando tuviese que hablar con Alejandra.
se seca a medias, y sale de la ducha con la toalla a la cintura
Antes de abandonar el baño, Un impulso eléctrico lo obliga a recordar, y vuelve a fijar su mente en ese anagrama en el espejo.
Busca metódico (como siempre lo hizo, igual que con los boletos) aquel mensaje, tan personal, tan suyo.
El vapor de la ducha caliente que se niega a retroceder, dejó entrever parte del código
* Gonzalo ten atada para m... *
se oye un grito... un grito horrible,
*un chillido...*
Se asomó a la habitación
Allí estaba, acurrucada entre las sábanas, tan pequeña e inocente se veía
- Ale... -susurró-
Murmuró (gimoteó) algo que Gonzalo nunca comprendío
volvió al baño en busca de agua para ofrecerle.
El vapor en el espejo ya había desaparecido casi por completo revelandose ante sus ojos desprevenidos...
"gonzalo ten atada para matar a a. nos uniremos luego"
asustado, se mira por el espejo
Y se reconoce, a pocos metros de donde está él ahora.
Allí sentado en inodoro está el también, Vestido, pero con los pantalones bajos.
Ensimismado en su ritual, se esfuerza por acomodar los boletos en su regazo, el el suelo y en el borde del bidet...
- ¿Qué te pasa Gon, no podés dormir?
- No, es que estaba pensando cosas... ¿52 semanas, dijiste? Es bastante tiempo... yo creo que la relación llegó a un punto en el que podemos decir que es algo importante, consolidado. Además, Ale, vos sabés que a mí me cuesta un poco decir ciertas cosas, pero... yo te quiero. Y vos me querés ¿o no que me querés?
*Sabía que llegaría este momento, aunque este Gon, loquito mío, nunca deja de sorprenderme. Cuatro de la madrugada, desvelado, (evidentemente mi regalo fue una pegada). ¡Dios mío gracias! Campanas de iglesia, vestido blanco, hijos, faltando poco para los treinta, casi la única oportunidad que me quedaba de cumplir el sueño de tener una familia, y con Gonzalo, el hombre que amo, el hombre por el que daría todo.*
- Yo sabía, mi amor, sabía que esto llegaría tarde o temprano. ¡No sabés lo feliz que me hacés! Podemos vivir acá al principio, este departamento es un poco más grande que el tuyo, ¿te parece bien el mes que viene? Elegimos un testigo cada uno. Yo se lo tengo prometido a Ceci desde que éramos chicas... no sé si te parece bien...
- Me parece bien lo de Ceci, querida... me parece perfecto TODO LO QUE VOS DECIDAS, porque sos una chica práctica y TAN inteligente, pero hay algo más, tenemos que discutir otros detalles, ¿vos harías cualquier cosa por mi?
* Si, cualquier cosa, ese culo, lo necesito ya, me quedan pocos días y no me voy a perdonar no haberme dado la oportunidad de disfrutar de ese culo grandioso. ¿Cómo es que sigue sin darse cuenta de nada? ¿Está hablando de casamiento? ¿O estaré equivocado yo? ¿Tan equivocado estoy?*
- Claro, mi vida, eso ya lo sabes.
- Pero cualquiera..., ¿cualquier cosa?
- Sí, no tengas miedo, estoy tan contenta que podés pedirme lo que quieras.
- VOS SABÉS LO QUE YO QUIERO.
- ¡Sí, casarte conmigo, tontito!, pero la verdad es que me hubiera gustado más, tipo que me lo pidas en una cena romántica o en el Rosedal, en un botecito, o algo así.
*Falta la góndola en Venecia y juro que el plumero de la pequinesa del orto le va a quedar corto.*
- No, preciosa, ahora estoy hablando de otra cosa: de algo que necesito para que me demuestres cuánto me querés. Estoy hablando de esta hermosa colita que tengo aquí debajo de mi mano, de esa cosita bonita que sabés cuánto me gusta, ¿no?
- Ah, ¿era eso? Sí, mi cielo, ya va a ser tuya, te prometo que en la luna de miel te voy a dar todo lo que esperás de mí.
*¿Luna de miel? Es como todas. Una puta de mierda. Me está haciendo el jueguito, y este jueguito me calienta todavía más. Zorra malparida. Estoy seguro que se la culiaron mil veces y conmigo se hace la inocente. ¿No entiende que tiene que ser AHORA? ¿No entiende que VA a ser AHORA? ¿Y que si se pone rebelde será peor para ella?*
*No veo la hora de llegar a la oficina y contárselo a Mary, ella que siempre dice que mi Gon es un pirado, que en cualquier momento me pega una patada en el culo y se va con otra, que no me quiere, que es un insensible. Mary, envidiosa de mierda... claro, como ella está casada y no tiene problemas... no veo la hora de que se hagan las ocho.*
- Entonces no me querés. Entonces todo mi sueño de terminar mis días junto a vos, se van al tacho...
- ¿De qué hablás, cosita?
- Hablo de que una vez, una única y sola vez en que te pido algo, te negás... y así YO no puedo estar totalmente seguro del paso que vamos a dar.
- Nah... pero qué bobito que es mi futuro esposo, mejor durmamos que sino mañana no nos levanta ni cristo. Si querés lo seguimos charlando en otro momento. Sé buenito, dale.
- Está bien, hasta mañana, querida... que sueñes con los angelitos.
- Hasta mañana, mi dulce... te amo.
*Se durmió la hija de puta, tan tranquila, apoyándome ese culo maravilloso, me lo hace a propósito. Yo no aguanto más, tengo que hacerlo AHORA ¿Dónde guardará el hilo sisal esta forra? Seguro que en la alacena de la cocina... es TAN previsible la pelotuda... los brazos así, atados al respaldo de la cama, los nudos bien apretados para que no se suelte, con eso será suficiente.*
- ¿Qué hacés, Gon?. ¡Pará, para! ¿qué te pasa?
- ¡Si gritás se pudre todo, puta! Relajate y la vas a pasar bien...
*No era así como yo lo quería, vos me obligaste, podría haberte hecho gozar como una cerda, pero no, la señorita necesitaba ¡el estúpido vestidito blanco...! Me hubiera gustado que me lo ofrecieras de corazón, perra, pero vos te hiciste la pelotuda ¿no? Tomá, sentíla ahora, sentí como se te va metiendo. No lo había imaginado así pero me gusta. Se siente la pija en ese agujerito tan estrecho. ¿Te duele? Jodete por imbécil, podría haberte preparado bien, podría habértelo lamido para calentarte y que desearas tenerla adentro... ¡Forra! Te hubiera calentado tanto que me hubieras pedido por favor que te la meta, pero vos la jugaste de remilgada y así te fue. Hasta te podría haber puesto algún aceite, una delicadeza..., con las mujeres hay que ser delicado decía el viejo. Pero no, vos querías campanitas de la iglesia. Y las campanas ahora las estoy escuchando yo. ¡Qué bueno es esto... qué bien! Cómo aprieta, qué lindo sentir la carne desgarrándose, qué lindo es empujar y sentir la cueva abriéndose. ¿Te gusta guacha? Mirá lo que te estabas perdiendo, así, movete así, cuanto más te contorsionás y tratás de zafar más adentro te la meto. Esto es el paraíso, nena, tu culo es el paraíso. Menos mal que te metí el trapo en la boca porque ahora tus gritos parecen gemidos de placer. ¿Estás gozando puta? ¡Ahhh! Así, movete así, mirá, te estás lastimando las muñecas con el hilo, mirá estás sangrando y eso me calienta más, me dan ganas de empujar más fuerte, te duele ¿no?, pero también te gusta, abrite puta, relajate. ¿Qué es eso húmedo que siento? ¿Calentura o estás sangrando? Mejor putita, mejor, sangrá, así te meto hasta las pelotas. Seguí haciéndote la arisca, eso me pone a mil, pero tengo que aguantar, putita, tengo que aguantar, quiero que dure... tiene que durar, quiero aguantarme lo más que pueda.*
- Y dale, movete, turra. No me hagas esto, dale. No te quedes quieta ahora, justo ahora... ¿Qué te pasa, Ale? Dale, yegua, seguí resistiéndote, dale que ya estoy por acabar...
*Algo raro pasa. No se mueve. No, sí no se puede confiar en nadie, ni siquiera en las perras que dicen amarte. ¡Esta hija de puta no puede dejarme así. ¿Se habrá muerto? ¿Se habrá desmayado? Da lo mismo. A fin de cuentas, ahora sí es necesario matarla. Capaz que me ahorra el laburo. Pero no vas a salirte con la tuya. Yo tengo mis técnicas. Estoy acabando, ahí va, te voy a llenar el orto, estoy a...ca...ban...doooo...*
Desesperación. Adrenalina. Podía sentir el corazón como una locomotora a vapor a 300 Km/h por debajo de mi remera.
Miré la cara del agente, era mi viejo. Quise preguntarle todo. ¿Por qué nos dejó? ¿por qué no podía estudiar teatro? ¿por qué no se llevó el paraguas a la tumba? Pero no hubo tiempo, porque ya tenía encima a mi profesor. Lo sentí aferrándose a mi cuello desde atrás y dándome vuelta. Lo veía fuera de sí. Abrió su boca, más más ... su mandíbula se separaba de una forma increíble del resto del cráneo hasta llegar a una posición físicamente imposible para cualquier humano vivo. Metió mi cabeza en su boca y mordió. Ví como sus dientes –esos dientes tan grandes que nunca había notado durante sus clases- se clavaban en mi cuello y la sangre me bañába por completo. Sin embargo no sentía el dolor. Mi viejo se cagaba de risa de fondo mientras los ojos le daban vueltas. Empecé a sospechar de la situación. Eso de no sentir dolor y respirar abajo del agua me parecía conocido de algún lado...
(niebla)
Abrí los ojos.
Lo primero que pude ver fue el atado de puchos. Seguí inspeccionando: reloj, billetera, llaves, forros, un llavero desconocido, el velador de Ale... La puta madre.
Me límité a sentir la nueva realidad. Mucho dolor de cabeza, y un brazo caliente abarcando mi abdomen. Era el brazo de Ale, y el brazo estaba caliente: Sí, definitivamente había sido un sueño. Me incorporé un poco tratando de no despertarla, seguí mirando todo: luz tenue en la habitación -debían ser cerca de las 7 de la mañana-, un "Conquistador de México" en el suelo -eso explicaba la resaca-, un sendero de ropa desde el living hasta el borde de la cama. Eso explicaba que hacíamos Ale y yo en bolas, acostados y agotados.
Prendí un pucho y me acomodé en la cama. Pensaba. Por un lado, era absurdo que mi profesor de Algoritmos sepa quién asesino a su madre. Por otro lado, yo no era tan boludo como para matar a Alejandra... no así, no tan burdamente y sin un plan perfecto.
Agarré mi billetera y abrí el cierre del costado. Saqué la pequeña agenda magnética que venden en el tren, 3 x $5. Una bosta, pero sirven bien para lo que yo las uso. Tenía 23 de esas agendas llenas de anagramas de boletos de colectivo que a lo largo de 17 años había descubierto. Muchos no tenían ningún sentido (o no se lo había encontrado aún) Algunos que me parecieron interesantes los tenía subrayados. Cito:
"HOLA GON" (07-02-1987)
"QUE CARO QUE ESTA EL TOMATE" (10-08-1988)
"FORRO TU VIEJO QUE ES" (24-06-1991)
"WISH YOU WERE JIAR" (13-11-1996)
"GRACIAS POR LEERNOS" (09-09-2000)
"DEMASIADO DOLOR HAGAMOS ALGO" (16-05-2002)
La agenda se cerró con un 'clac' y la guardé. Leer esa letra minúscula y desprolija me ponía la cabeza aún peor y me dí cuenta que aún tenía sueño. Me recosté de nuevo en la cama pensando que no tenía por que preocuparme demasiado por todo éste asunto:
- Además, hoy es miércoles, y tengo hasta el sábado – dije sin darme cuenta, en voz alta.
Le vi los ojos apenas un segundo. Parece que el tipo estaba algo sorprendido del panorama, verme a mi arriba de la vieja.
Apenas entendí que estaba al descubierto me paré torpe y rápidamente, como pude, y salí corriendo deseperado hacia la esquina. Todo estaba pasando demasiado rápido, y yo tenía que parar la máquina para pensar, pero ahora mismo no podía. Era urgente poner distancia entre el profesor de Algoritmos y mi persona.
Había hecho menos de media cuadra y me di vuelta para ver si el tipo me corría, y así era. Y en ese segundo de mirar para atrás, cuando enderecé la vista y ya estaba dispuesto a volcar el máximo poder a mis piernas, me hice bosta contra un agente de la Federal, con tanta fuerza por el impulso que traía que terminamos los dos en el piso.
De nuevo en el piso, habiendo atropellado a un cana y el profesor que ya casi estaba encima mío.
- ¿Te gusta? -, preguntó, aun secándose las lágrimas e intentando sobreponerse al repentino "accidente" de la rata con un atisbo de valor que, francamente, no se condecía con su estúpida mirada de sandía desinflada -.
- (¿Me estás cargando, querida?) ... -.
- ¿Gon? ¿Te gusta? -, repitió, dando otra acabada muestra de agudeza intelectual.
- Un llavero -.
- Sí. Sé que es tipo una re re pavadita, pero quise - ...
- ¡Un llavero! -, interrumpí, levantando un poco el tono de voz. Esos deleznables chillidos pro-amor de mierda podrían ser un golazo en alguna mantecosa novela de Suar, pero a mí ya me sabían a golpes de karate en el encéfalo.
- Sí, Gon, un llavero. Onda ... ¿Qué tiene? -.
- Decime una cosa, ¿se puede saber por qué mierda me regalás un llavero? -, repliqué exasperado. La sola idea de que esta descerebrada pudiese llegar a intuir siquiera lo que sucedía, me aterraba sobremanera.
- ¡Ay, Gon! ¿Qué te pasa? No me gusta verte así -.
- ¿Se puede saber por qué mierda me regalás un llavero? ¿Qué me estás queriendo decir, eh ... eh? -.
- ¡Ay, nada, nene! Y bueno, hasta donde yo se, onda que vos no me comprastes nada. Cosa que no me sorprende, también te olvidastes de cuando cumplimos 25 semanas -.
- (Ay, Dios) ... -.
- Es más, si la cabeza no me engaña, tipo que lo único que me regalastes en todos nuestros aniversarios fue ese poster re feo de esa película que ni vi -.
- (¡Full Metal Jacket, pelotuda! Todavía no puedo creer que andes por la vida sin haber visto esa película ) ... -.
- ... y que obviamente terminó colgado en tu casa -.
- No, nena. No. Te pregunto por qué mierda un llavero y no cualquier otra cosa: un potus, una aceleradora gráfica, un desengrasante Mr. Músculo, cualquier cosa -.
- ¡Ay, Gon! Porque, porque ... no se, porque ... -.
- ¿Qué, acaso querés que te muestre mis llaves ahora? -.
- ¿Qué? -.
- ... -.
- ... -.
- No, nada. Dejá -.
- Gonzalo, no te entiendo. ¿Qué te está pasando? Tipo que estás re malo conmigo últimamente. No se que te hice para me trates así -.
- No seas tan pelotuda, mi vida ¿querés? -.
- Primero lo de Amelié ... ahora esto - y largó nomás la matraca llorativa.
Algo ocultaba. O al menos trataba de hacerlo, tras ese barroco y exagerado papel de lobotomía mal practicada. Tuve que evaluar mis opciones en cuestión de décimas de segundo. La situación comenzaba a abrumarme: los últimos mensajes, la vieja del profesor comemierda, las llaves aun manchadas, los pseudo consejos del orto de la putita de la sicóloga, el perrito chino ese, los boletos, la pelotuda de Alejandra y su capacidad congénita para exasperarme. Y ese era el quid de la cuestión: ¿se habría dado cuenta, en un rapto de sinápsis esporádica, de lo que sucedía e intentaba psicopatearme con este regalo? ¿O sencillamente soy yo que estoy desbandado, un poco agobiado y sorprendido por el último mensaje?
Introduje ingenuamente la mano derecha en el respectivo bolsillo del jean, en busca de ese vencidísimo paquete de Adams ya casado con la tela del pantalón, para ver si podía raspar un poquito de chicle que me calmara un poco. Pero no. Lejos de producirse el efecto esperado me topé con el epicentro de esta mini discusión: las llaves. Y el contacto con las mismas despertó ese libre albedrío que tanto me sorprende, convirtiendo la mano en puño, el puño en ojos inyectados en sangre y éstos en un casi irrefrenable deseo de obedecer un mandato ulterior.
Apuró su Duna modelo 93 al salir de Ciudad
Nervioso, intentó enfriar sus emociones mientras hilaba sus ideas...
Siempre le habían dado buenos resultados aquellas técnicas cuasi robóticas, aprendidas en el "dípartment of fisics" de la "iu em dí" (que claro y elegante sonaba en su cabeza y que burdamente lo pronunció durante el primer semestre...)
Giró en la colectora y tomó por Libertador, a la altura del "gallinero"...
Encendió la radio... se encendió uno
y el túnel lo devoró
OSCURIDAD
FRÍO
no se había sentido así desde aquella vez en la que...
((Un ligero resplandor lo distrajo momentaneamente... ))
PELIGRO
Adrenalina agolpandose frenética para el escape
Gruñía furioso, buscando refugio en algún lugar.
> Rápido!, debajo de ese sillon (( ¿? ))
ESTALLIDO
Un golpe certero en las costillas lo desplaza lejos de su objetivo anterior...
Sus piernas (traseras??) fallan y una fuerza brutal se apodera de ellas, jalando hacia atrás...
> Donde estan ellas? (ellas?...quienes?)
En vano son los intentos por zafarse... ni siquiera clavando las pezuñas en el entramado del parqué...
Girando sobre sí mismo alcanzó a ver al cruel verdugo gris.
Ella siempre supo que a él no le agradaba su precencia y presentía, de alguna manera, que todo aquello iba a ocurrir tarde o temprano...
Ladró agudamente, pero temblando del terror.
De pronto el mundo se elevó, para luego estrepitarse de lleno contra el esquinero de la mesita ratona que tantas veces orinó y mordisqueó de pequeña.
DOLOR
Ardor punzante e intenso por debajo de la cintura
Aullando del dolor, inentó incorporarse para emprender una última retirada, la cual se vió frustrada de inmediato ya que "EL" volvió con patadas aún más fuertes y sádicas.
>donde estan ellas?
Se acurrucó lastimosamente detrás del cortinado, dejando una tímida estela marrón en la alfombra de yute.
Ya sin fuerzas para nada más, cerró sus ojos, y se entregó mansa a la vehemencia de su atacante.
BRISA
LIBERTAD
VÉRTIGO
(el vertigo de una caída...)
SILENCIO SEPULCRAL
GOLPE
AGONÍA
HUESOS ROTOS
LIVIANDAD
FLUIDOS VITALES EMANANDO
Rompió en un apagado llanto final
Los remanentes lamentos que huían de aquel cuerpito magullado ahora se ahogaban en sangre y ruidos de la ca...
BOCINAZOS
RESPLANDOR
MANIOBRA MILAGROSA
UHH!!
Mierda!, tengo que dejar de comprarle a los boludos del piso 3...
Creo que me voy a tomar una licencia en la Facultad. Demasiados años sin un puto descanso, ni siquiera en los peores momentos... claro que en verdad, el trabajo fue la excusa perfecta para escaparme de esta realidad, mi estúpida vida. Tantos sueños en los años del Balseiro, tantos proyectos de grandeza, la beca en la Universidad de Maryland, los posgrados... y la idea recurrente, la idea imbécil que te inculcan los viejos por tradición peronista, de volver para devolverle a mi país una parte de lo que me había dado. ¿Y qué me dio? ¿Qué carajo me dio? Si fui yo el que se rompió el orto estudiando fórmulas, física cuántica, logaritmos... y ninguna receta para resolver las verdaderas cosas, los obstáculos cotidianos, el vacío, este vacío de mierda, este cansancio devastador...
Nada más que cátedras y cátedras, rodeado de números, de planillas que rellenar con datos impersonales, sólo información sobre cada uno de los pendejos que ni puta idea tienen de lo que les espera, pendejos que todavía tienen esperanza... y engañarlos, todos los días, con esto de enseñarles conocimientos caducos, remanidos, pelotudeces escritas por los grandes genios inventores de todas las cosas, un saber que no les servirá en el futuro, ni para manejar un taxi, ni para atender un kiosko... ni para terminar enseñando las mismas huevadas que aprendieron de mí, en una puta facultad como ésta, mientras el círculo se cierra y se ahoga y se convierte en Susana: cuánto engordó después de nuestro último hijo, Susana: ya no le interesa nada más que los entretelones de la novela de la tarde y las largas horas de hablar pelotudeces en la puerta del colegio de los chicos. Y encima lo de la vieja... ¡Pobre vieja! Tantas cosas que me quedaron pendientes con ella y ahora que no puedo hacer nada se me vienen encima. No fui un buen hijo y estuve toda mi vida preocupado por avanzar en un terreno que, indudablemente no es el que mi fantasía me había prometido...
Tengo que vengarme de ese hijo de puta, algo tengo que hacer o me voy a volver loco, no sé por dónde mierda empezar. La cana se abre de gambas, la investigación no existe... No tienen pistas, a nadie parece importarle la vida de una simple vieja, la vida de *mi* vieja. ¡Mi pobre vieja!
Sí, definitivamente, voy a tomarme una licencia. Necesito tiempo para aclararme, para llorar todo lo no lloré, para intentar acercarme a Susana, o para dejarla y decidirme a avanzar a Cristina Bengoechea, alumna regular Nº 23.456/32b. ¡Qué buena está esa putita!, la manera en que se sienta, el modo en que me mira, esos ojos desafiantes, la blusita blanca transparentando sus pezones, esa blusa que se pone sólo para provocarme... Le gusto, claro que lo sé. Si todas las clases me doy cuenta de que cada palabra mía la calienta, puedo notar claramente cada una de las veces que cruza y descruza sus piernas.
Sí voy a tomarme una licencia. Necesito descansar.
Necesito tiempo para encontrar al asesino de mi vieja.
- ¡¡¡¡Ya va!!!!... – le contesté.
Admito que soné un poco agresivo, pero se estaba tornando demasiado insoportable.
Sacudí la cabeza como queriendo desprenderme de todas las ideas que se habían formado en esos minutos sanitarios. Rápido, tiré la cadena, usé el bidet debidamente (odio, aborrezco a la gente que no usa el bidet y empiezo a sospechar que Ale no lo usa...), sacudí nuevamente la cabeza después de ese último pensamiento y me puse a borrar el mensaje del espejo con la toalla. Guardé los boletos en el bolsillo y salí.
Alejandra había preparado café y me esperaba en el pequeño living de su departamente concheto de Belgrano. Evidentemente notó mi cara de... no sé que cara tendría:
- ¿te pasa algo? Gon... ¿qué te duele?
- ...
- Gonzalo, porfi, decime algo
- algo
- ¡Ay! Boló!
- Perdoná.... no, nada... es que... pasó algo terrible... Carla.... se fue... se murió...
- ¡¿Tu hermana!?
¡Mierda! siempre confundo que nombre le digo a cada uno, bueno, no es la primera vez que me pasa con Ale. Ella dice que es re-tiernunchis que me confunda:
- No no, la perra – le contesté
- Aah! Amelié! Dios mío! ¿qué pasó?
- Fue todo muy rápido y muy raro. Estábamos jugando en casa, jugando como siempre. Yo le tiro el plumero para que lo vaya a buscar y me lo traiga. Porque no tengo ramitas o palitos en mi casa, no es una plaza, es una casa. Bueno, entonces no me dí cuenta y lo tiré, la ventana estaba abierta y el plumero se fue por ahí, y Carl...Amelié se tiró!! se tiró ¿entendés? ¡Todo por buscar el plumero! Por Dios, que animal fiel...
Simulé un llanto. No me costó nada, hubiera hecho fortuna si me hacía actor, pero mi viejo nunca quiso. Cuando mi viejo se enteró que iba a entrar al taller de teatro me dijo: "Eso es de putos" y después se fue a comprar fasos, y no volvió nunca más. Mi vieja siempre me hizo respetar la palabra del viejo.
- ¡Ay! no te puedo creer... (sollozo).. no te puedo creer (llanto).. – empezó Alejandra.
- Lo peor... lo peor de todo es que me asomé por la ventana y ví la escena... estaba ahí la pobre Amelié, inmóvil, y encima... encima se había clavado el plumero...
Alejandra estalló finalmente en un llanto que me parecia de una nena de 6 años. Cada segundo que pasaba la balanza -que tenía la hinchapelotez en un platillo y el orto semi-perfecto en el otro- se inclinaba hacia el lado de patearla al carajo. Fue ahí cuando me abrazó. Se acercó a mí en el sillón y me abrazó, metió sus manos en mis bolsillos
- ¿qué tenés acá? – Dijo ella mientras sacaba un puñado de boletos arrugados y los inspeccionaba.
Me agarró una sensación de terror impresionante. Los boletos tenían un mensaje que nadie más debía conocer.
No empecé a escuchar los latidos del corazón de la vieja verdosa muerta desde debajo del piso, ni los ladridos de la perra viniendo desde el balcón. No. Escuché como Alejandra al ver los boletos, leía para sus adentros el mensaje, mi misión. Podía sentir como sus neuronas se ponían de acuerdo para decirle que la "a" que figuraba en el mensaje, hacía referencia a ella. Me sentí revelado, acusado, terriblemente mal. Necesitaba cambiar el rumbo de la situación. Ví un pequeño paquetito envuelto para regalo sobre la coqueta mesita ratona:
- ¿qué es? – Dije simulando curiosidad.
- Un regalito que te compré. ¡Hoy cumplimos 52 semanas! ¿Cómo no te acordás? – Dijo Ale mientras guardaba los boletos en mi bolsillo nuevamente.
Fue extraño, ella nunca había sido buena simulando, y sin embargo simulaba muy bien que no había leído el mensaje que indudablemente señalaban los números. Despejé un poco mi mente del tema y volví a la escena.
¿Cómo puede haber gente que cuente las semanas que están juntos? Es como contar los cuartos de hora que estuviste en un baño público en toda tu vida. No puedo creer que haya gente tan enferma en el mundo..
Lo abrí desesperadamente. Era chico el paquete, demasiado, así que no me hice ilusiones.
- Es una boludez – me dijo Ale
Y no lo era. Abrí el paquete y allí estaba, amenazante, contundente, poseedor de una belleza perversa: Un llavero.
Se me vino el mundo encima. Eso de que los boletos me hablen tan claramente... no se, admito que hay que tener una mente retorcida para jugar esta clase de juegos, cosa que yo siempre hice. Ya desde chico creía que los números de patente de los autos me daban mensajes ocultos, y cuando la ley argentina cambió la norma de patentamiento y pasó de números a letras y números mi cabeza truló, mal. Cada auto que pasaba me estaba gritando algo que yo tenía que decodificar rápidamente.
Y ese mensaje divino decodificado de los boletos era algo demasiado fuerte.
Mi cabeza estaba a punto de estallar: ahí estaba yo, en el baño de Alejandra con un mandato pendiente y el peso del asesinato de una vieja de mierda, y de un perro de mierda.
En un momento me dió miedo. Miedo a la reacción de ella cuando se lo dijera. Miedo a la reacción mía si acaso no me gustaba la reacción de ella. Miedo a que ya no me importara nada, porque de hecho ya estaba bastante harto de Ale y de sus estupideces. Ya no compesaba su culote.
Todo me daba vueltas: la tarada de Ale diciéndome cosas del otro lado de la puerta, la mierda de perro de Amelié muerta en el 1er. piso, las patentes de los autos, el mensaje de los boletos, las llaves con sangre, la puta de la piscóloga y mi propio olor a mierda fresca recién cagada emanando del trono.
- ¡¡Gonzaaaallllooooo!!!!
... ay, sí boluda ... ¡es divino! A mí me preocupaba un poco que no se soltara con sus sentimientos. Porque él es como medio duro para largar un te quiero o un te extraño, pero él lo hace a su manera. Puede ser muy tierno con sus miradas. Dice mucho con una caricia, ¿vistes? Tiene manos fuertes, de trabajor, sí. ¡ Jijiji ... no, tonta! Bueno ... sí. Jijiji.
... no, no, al final todo bien. Tipo que establecieron una re-conexión con Amelié. Él medio como que le quería cambiar el nombre a Hércules o no se que mierda, pero yo le dije: - ¿No ves que no es un él? Es una ella. Y ya tiene nombre, es Amelié -. ¿No es re-copado ese nombre? Amelie. ¡Ay, sí! Es re tipo un nombre de una artista francesa enamorada, en el siglo XVI, que su amante tuvo que ir a la guerra para defender su honor y ... ¿Qué? No, no, mortadela está bien. Fijate de comprar mostaneza también, que a mí me gusta.
¿Y dónde, boluda? ¿No dice dónde? Bueno, no importa, dale ... seguí. ¡Tárot! ¿Qué dice? Hmmm, sí ... sí, sí. ¡Es verdad! Ay, no boluda, no te puedo. Total, sí. Totalmente. Pero ¿él quiere también estar conmigo? Preguntale, dale. ¡Tárot! ¿Y? Ay ¿en serio? Que dulce ...
... porque vos sos re-buena. Yo no puedo creer que le hayas perdonado eso. ¡No, boluda, es una re-guachada! Yo no se si hubiera podido perdonarle algo así. No, vos porque sos re-re-buena. Yo le hubiese dicho: - Martín, mis sentimientos no son un juguete, son reales y si me lastimás ... me duele -. Sí, a full, como la canción de Arjona. Sí, re-linda. Pero vos tené cuidado porque de buena a boluda con bombo hay un paso nomás, eh. No, sí. Si yo fuera vos, iría ya mismo al taller a hablar con él. No, boluda, no me entendés lo que te digo ...
... sí, la ví en la peluquería de Rodrigo. Esa yegua. ¿Viste como engordó? Yo no se que le ven los tipos. Es una heladera con patas. Sí. Y agarré, aproveché y le pregunte: - Me contó un pajarito del barrio que estuviste con Horacio el sábado. ¿Qué vos no estabas con El Rulo la semana pasada? -. Sí, una yegua total, se puso verde. ¿Qué no te enteraste? ¡Herpes, boluda! Sí, una negra sucia.
... no, sí ... una chota elefantil, sí. ¡Ay, jijiji ... ya sé! Vos también sos una loca. No, vos. Las cosas que me hacés decir, boluda. Bueno, Luli, te dejo que me suena el timbre, deber ser él. Besito. Chau, mamita, chau. ¡No, boluda! Jijiji. Bueno, besito. Chau, chau. Chau.
No?
Belgrano? la de Grosso? Jaja... que loco!
Y en que año?, porque convengamos que muy joven ud. no parece...disculpe que sea tan directo
(CLAC)
Beep
(CLAC)
uno...dos...tres, probando...
12:38 del 4 de Abril de 1992
Sesión grabada del expediente número cuarenta y tres
sujeto: José Alberto Pereyra Olmos
(CLAC)
El individuo en cuestión mostró un estímulo favorable al inciso 4, 7 y
8, mientras que se mostró es..
(CLAC)
(silencio)
beep
...Como dice?
(CLAC)
- dos hembras y dos machitos-
contó al pasar el veterinario cuando terminaron los dolores para la
pobre de Panchita. Había sido una larga noche en casa y nadie había pegado un ojo,
(beep)
pero ninguno de nosotros nunca rezongó ni protestó por ello, a decir
verdad... todos en casa tenían una gran sonrisa pintada en el rostro.
(CLAC)
....ESTA ES QUE ASTRID LO SUPO !!! LO SUPO DESDE EL PRINCIPIO Y NO QUISO HABLARLO!!!...
(CLAC)
Las pruebas realizadas de acuerdo con lo estipulado en el expediente
número 5 inciso 2b señalan una clara tendencia pasivo-compulsiva,
claramente exteriorizada en un grave rechazo a todo lo referente a me...
(CLAC)
uno.... dos...tr....
(CLAC)
Al(beep)erto nunca fue aficionado a los perros pequeños, siempre tuvo cierta distancia y frialdad para con la pekinés.
El me decía que siempre había soñado con cosas grandes para su vida...
...una casa grande, un auto grande, un sueldo grande.
(CLAC)
el tiempo me iba negando de a uno los anhelos, tenía que recuperar mi vida, ade...
(CLAC)
...rimo dice que yo soy muy linda e inteligente como para estar metida en esos asuntos, pero a mi la lucha greco-romana me fascina, esos cuerpos sudados y trenzados en una danza de fuerzas en inestable equilibrio, el instinto de supervivencia pulsando a medida que los hombres dejamos de ser hombres y nos entregamos a nuestros más bajos instintos, aquellos que solo emergen cu...
(CLAC)
(beep)fue acumulando rencor, que con los años se fue reflejando
cada vez más en...
(CLAC)
De acuerdo a los resultados arrojados por los tests de patrón de conducta D Y E realizados en la sesión cuarenta y dos y la sesión cuarenta y tres B, se concluye:
Alucinación crónica y temperamento oscilante, características psicopatógenas bipolares, tal vez un Complejo de Rubiat en etapa inicial de incubación. Hábito maníaco depresivo alimentado por un fuerte grado de culpa y remordimiento el cual se refleja en los incisos 10 y 12 B.
(CLAC)
..iremé!! hice un collar con la dentición de una de las pequ..(beep)
(CLAC)
(beep)
Es cierto...ud es la que hace las preguntas
(CLAC)
y esas dos grandes esferas negras que me miran desde abajo... las odio,
quiero que se apaguen, o que se enciendan... está muy húmedo aquí
dentro... tendría que llamar a un plomista, para que revise esa gote(beep)
(CLAC)
...pecciónar más a fondo en su psíquis... temo no poder continuar a
este nivel... puede ser irremediable para su sa...
(CLAC)
si hubiese tenido a mano una cámara de fot...
(CLAC)
...nca se preguntó como podría estar más feliz? acaso nunca se atrevió siquiera a desear un lugar mejor para ud y su pekinés?? Le digo esto, solo para hacerle ver que ha...
(CLAC)
Pero en ese instante, mi frustración era mínima, quedaba reducida a nada cuando veía al pequeño Lucas sonreir, con su carita iluminada por el gesto de encanto, y a la vez de sorpresa, ya que nunca antes había visto un perro tener crías...
(CLAC)
La muy hipócrita me abrazó, puede ud creerlo? LA misma Cloaca que siempre me decía "YO NO TENGO AMOR PARA VOS, YA LO GASTÉ TODO !!
(CLAC)
...de usted se ocultó luego de la aparición de esta criatura gris con púas en la ventana, la que vio mientras estab...
(CLAC)
.....(beep)
(CLAC)
..........................................NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!
(CLAC)
(beep)...y sí...Claudia, lagrimeaba de alegría...y me abrazaba... pero yo en el fondo pensaba en ahogarla en su propia sangre ... caliente, roja!!! bien muerta la quería ver...
(CLAC)
Los niños me dan asco, sabía? sí, si... es que son sucios, chillones, y por sobre todas las cosas muy erráticos. Verá ud. Estaba yo la otra vuelta mateando con mi vecina cuando su nene de dos o tres años, no sé muy bien porque para mí son todos iguales pequeños, monstruosos!!, en fin , le decía que de repente aparece el nene con las manos negras de tierra, y la boca tambien, barro chorreando por toda su cara y la ropita nueva que le había comprado la madre, con tanto esfuer...
(CLAC)
...ente más sobre los globos del cuarto de al lado, me gustaría saber que se..
(CLAC)
...rque Panchita es la hija de Lulú... su antigua perrita, vió?
(CLAC)
Tranquilicesé Lucía, ordene un poco sus ideas, necesito que visualice ese lu..
(CLAC)
Si yo le dí todo, pero ella siempre quería más... nunca lo dijo, pero
se le notaba en esos ojos, yo lo notaba!! , me lo hacía saber cada
v..
(CLAC)
10:51 del 23 de Marzo de 1992
Sesión grab..bada del expediente número cuarent... perdón...cuarenta y tres B...
Suje...
(CLAC)
Antes que nada quisiera saber por que agredió de esa manera, que lo movió a hacerlo? me interesaría mucho conocer también, que pensamientos y que sentimientos cruzaron en su men...
(CLAC)
(CLAC)
...atrás del patio de mi antigua casa... pero ud. a que se refiere con "un lugar mío"?? No le entiend...
(CLAC)
(beep)
Era todo tan hermoso, tan perfecto; Y era tanta la dicha que nadie debía arruinarlo.
y así es como quise que permaneciera hasta el fin de los tiempos...
(CLAC)
...rimera vez, y desde allí no me atreví a tocar a nadie más.... yo sentir, noo..nunca lo hice, no veo la necesidad.
(CLAC)
...cé, Me mirá desde lo negro, no tengo idea de lo que pretende.
(CLAC)
Siendo así... no me diga nada, no debería irritarme
Entiendo que no pueda hablar de esas cosas
Lo mismo le ocurrió a la vieja después de tamaña golpiza que acababa de
propinarle, jejeje...
(CLAC)
.... Recordatorio...
comprar cintas nuevas para no sobreescribir sesiones anteriores
(beep)
(CLAC)
Juro que si hubiera sabido que aquella mujer era la madre de mi profesor de algoritmos, no me hubiese puesto furioso por que se cruzara en mi camino, ni por su olor rancio o su piel verdosa. De haberlo siquiera sospechado, no hubiera sentido ese irrefrenable deseo de golpearla con las llaves hasta matarla.
¿Me escucha, Licenciada?
A veces tengo la impresión de que usted no le presta atención a las cosas que le cuento y que realmente me joden. Se trata de mi vida, ¿sabe? ¿Qué puede importarle entonces a Usted?
Voy a decirle algo: me molesta su silencio, pero también me fastidian sus ladridos. No aguanto que ladre, es usted una perra, una perra pekinesa y sinceramente no soporto a los chinos, no entiendo su idioma. ¿Entiende usted el mío? Por supuesto que no. Yo no ladro, yo hablo y además lo hago en castellano.
Es por eso que tengo la impresión de que usted no me comprende.
La anciana, ahora que lo pienso, a pesar de que la doblaba en edad se parecía un poco a usted, no en algún rasgo específico sino en esa actitud pasiva, lenta que, francamente me exaspera y, a la vez me resulta amenazante.
Y además está lo del pis en el parquet del living. No tenía por qué hacerlo. ¿Usted me odia, Licenciada? ¿Era mucho pretender que salga al balcón o es que en Pekín no existen los edificios de departamentos?
Debo reconocer, que sentí un extraño placer al ver las primeras gotas de sangre, sin embargo ahora estoy arrepentido. Le aseguro que no sabía quién era ella. Ahora lo sé y me siento mal, estoy enfurecido.
Dígame, Licenciada ¿Tiene Usted hijos? ¿Por casualidad, alguno de ellos trabaja en la UBA?
De hecho, es una de las tantas cosas que los pekineses no pueden hacer, y tardé relativamente mucho en darme cuenta. Porque, para ser siencero, a esa perrita la compré con la ilusión de que llene el vacío tan inmenso de mi departamento. Pretendía que fuera amiga, novia, esposa, hija y abuela, y lo máximo que había logrado era que me ladre un poco cuando llegaba y que me de la patita, cuando se le da la gana. Sí, voy a ser más sincero, empecé la terapia cuando me dí cuenta que mi perra no iba a poder ser mucho más que una mascota.
Como en tantas otras mañanas, sentía la necesidad imperiosa de salir a caminar, respirar, sentir la ciudad viva. Quería ver gente, quería el humo, quería el ruido. Siempre lo quiero.
Me cambié y agarré el manojo de llaves adivinando su posición en la repisa. Apuré la retirada para no pensar dos veces en el desayuno, lo postergaba una vez más. Ya abriendo la puerta me dí cuenta que las llaves estaban pegajosas. Tenían sangre. Era la sangre de esa anciana que había lastimado ayer al volver a casa. La sangre que curiosamente no había notado hasta ese momento. La sangre de esa perfecta desconocida que hoy me da lástima, pero ayer –solo por caminar en el sentido opuesto- odiaba.
hacía frío en Buenos Aires. para que yo llegue al extremo de encender la estufa, tiene que hacer mucho frío. tanto frío, que debí cerrar la puerta del balcón, donde la perra hace sus necesidades. pasó la noche y yo confiado con que ella me pediría salir con su inigualable estilo pekinés de pedir las cosas. pero no. cuando me acerqué a la puerta del balcón, ya había un chorrito de meo del lado de adentro. lógico, los pekineses no saben abrir puertas de balcones.
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